El presente material se compone de 4 capítulos, hoy les entregamos el primero de ellos.
150 Años de abolición
de la esclavitud en el Paraguay
1869-2019
Introducción
Ante la pregunta de donde somos o venimos, la respuesta
llego hace unas décadas: África-Macrohaplogrupo
L (ADNmt) el macrohaplogrupo L equivale a la ascendencia
mitocondrial africana de toda la humanidad. (1)
Esto significa que el origen de la humanidad se puede
rastrear a partir del ADN mitocondrial de las personas en la actualidad, hasta
llegar a un ancestro común femenino compartido por todo el mundo.
El ADN, determina
las características del organismo, el genotipo puede definirse como el conjunto
de genes de un organismo y el fenotipo como el conjunto de rasgos de un
organismo. Por lo tanto se comprueba científicamente que desde hace unos 200
mil años, el continente Africano fue
el origen y la cuna de la única raza
humana.
Las migraciones
mitocondriales han esparcido a la
civilización por todo el planeta tierra conformando las diferentes etnias y
también culturas que influyen en nuestra evolución biológica, y es
probable que lo siga haciendo en el futuro. (2)
Los antropólogos
van más lejos en sus apreciaciones cuando afirman que la humanidad está
compuesta por más de un millar de etnias que hablan otras tantas lenguas, cuyo
núcleo de origen es el hombre primitivo del África. El color oscuro de la piel
lo adquirió como adaptación biológica para resguardarse del sol y el cabello
encaracolado para retener el sudor y enfriar la cabeza. Cuando el género
"Homo", hace casi 200.000 años, comenzó a dispersarse sobre el
planeta, sus características físicas se fueron adaptando a las exigencias de
las nuevas condiciones climáticas.
A los que
emigraron a Europa, la selección natural les aclaró la piel para captar mejor
los rayos ultravioleta y suplir así la carencia de vitamina D; se les achicaron
las fosas nasales para evitar el ingreso de aire frígido a los pulmones. Los
que llegaron hasta el Oriente ganaron bolsas adiposas alrededor de los ojos
para protegerse de los gélidos vientos siberianos.
Algunos
estudiosos llegan al extremo de afirmar que la raza blanca es una tenue variedad
genética originada a partir de asiáticos que se mudaron a Occidente cerca de
32.000 años atrás como " Hombres de Cromagnon". Otros intentan
probar, con argumentos más o menos similares, los orígenes de la "raza"
amarilla o de él piel roja norteamericano.
Según este
criterio no habría razas inferiores o superiores sino personas diferenciadas
que responden al contexto cultural en que se formaron. No sería correcto, por
tanto, seguir hablando de razas de cualquier color. El mejor medio de terminar
con el racismo es asumir la igualdad mental y moral humana… (3)
Esta respuesta nos afirma claramente que no se nace con
prejuicios, los mismos se adquieren en el paso por la vida.
El
desconocimiento puede fusionarse a la práctica del racismo estructural como acto de normal naturaleza en algunas
sociedades el cual opera por ejemplo en uno de los casos en el lenguaje, lo
negro es malo, lo blanco es bueno.
La
colonización del continente a manos europeas
trajo aparejado un abominable atropello
a la dignidad humana: la esclavitud.
Comenzamos por
el principio para tratar de comprender la importancia de estos 150 años de la
fecha del decreto - la ley de abolición.
Capítulo 1- La esclavitud desconocida, la Indígena,
desde la colonia y posterior…
La Bula Dum Diversas emitida por el
papa Nicolás V el 18 de junio de 1452 autorizaba a conquistar y consignar a una
esclavitud indefinida a los capturados en guerra, la misma es considerada como el
inicio de este nuevo proceso trágico migratorio, la misma fue reiterada y
actualizada por varios papas hasta que
en 1537 el papa Pablo III, condeno el esclavismo «injusto» de los no
cristianos pero sancionó la esclavitud
en Roma en 1545 (debido al gran número de indigentes en las calles)
El 8 de enero de 1554, estos poderes se extendieron a los
reyes de España. (4)
Esta resolución venía de años antes, el Papa Alejandro
VI, Valenciano no se hizo rogar a través de la iglesia expandía el reino de
Dios en la tierra y era justo nombrar a la Reina Isabel dueña y señora del
Nuevo Mundo.
No podemos dejar de lado al hablar de
esclavitud de otros hechos ocurridos en la historia y que poco se trata o
escribe, y no es precisamente de los pueblos originarios africanos si no de los
cuales llamamos aborígenes de América;
bautizados por el propio Cristóbal Colón como Indios (Indígenas), debido
a la conocida historia de creer haber llegado a las Indias… occidentales.
Los daños causados a indígenas por los conquistadores
fueron innumerables, entre ellos las enfermedades
y epidemias traídas por los españoles
fueron unos de los principales motivos de mortandad o masacre de los indígenas,
pero tampoco podemos descartar la explotación indígena tan descarnada que se
dio en los primeros años, como un factor igualmente importante en la
desaparición de las poblaciones indígenas del Caribe, hay también una sinergia
entre esclavitud y epidemias. Las cacerías de esclavos esparcieron virus y
éstos produjeron muertos, que había que reemplazar. Sobre los orígenes de esta
otra esclavitud la información se ha perdido en el pasado remoto, pero de hecho
en el diario de Cristóbal Colón figura la primera actividad comercial en el Nuevo Mundo la cual consistió en
dirigir en persona una campaña militar contra los indígenas acompañado de un
puñado de caballeros, 2 centenares de infantes y unos cuantos perros
especialmente adiestrados en el ataque diezmaron a los” indíos” enviándolos a Europa en cuatro carabelas con 550 esclavos
indígenas cada una para subastarlos
en los mercados del Mediterráneo, muchos murieron en Sevilla miserablemente. Antes
y después de una real cedula de junio del año 1500 esto continúo sucediendo. También
su diario nos revela que antes de
“descubrir “América, Colón estuvo en lo que hoy es Ghana y vio que el tráfico
de esclavos de Portugal podría ser un negocio rentable. Años después, al no
descubrir ni especies ni seda en su viaje a América, escribió a los reyes
españoles para decirles que en América había muchos hombres de mejor calidad
que los africanos. Sobre este diario del Almirante, dejemos para otra ocasión
las referencias sobre el Oro y otras riquezas observadas y descubiertas. Otros primeros exploradores de otros
países siguieron los pasos del almirante. Ingleses, franceses, holandeses y
portugueses jugaron un papel fundamental en la trata de esclavos indígenas. Sin embargo, en
virtud de sus amplias y densamente pobladas colonias, España se convirtió en el
poder esclavista dominante. Sin duda, España fue para la trata de esclavos
indígenas lo que Portugal e Inglaterra fueron para los esclavizados antepasados
africanos.
/Que la Corona prohibió
la esclavitud es un decir introduciendo excepciones. Los indios caníbales, los
capturados durante las guerras justas, etc.. Esto sirvió como excusa para
emitir licencias a los grupos armados de colonizadores, para conseguir esclavos
y venderlos. Los dueños de esclavos eran gente bien conectada porque podía
comprar estas licencias y tenían medios para organizar expediciones y traer
indios. Estas élites eran dueños de encomiendas (disfrazada esclavitud indígena llamada de esta forma hasta el presente)
en las minas de oro o la producción de caña de azúcar y para ello necesitaban
mano de obra, que era más barata que traerla de África, el africano costaba de
dos a tres veces más que el natural americano. Según datos al principio de la
colonización en muchos lugares de América aborígenes y africanos sometidos llegaron a
convivir trabajando en las minas y en la construcción de ciudades
principalmente.
Por su parte Hernán Cortés capturó esclavos de guerra
pero también era un empresario de minas de oro y tenía algunas de las encomiendas
más grandes. Hay documentos notariales que demuestran la venta de las minas y
con ellas los indios que ahí trabajan. Fue uno de los esclavistas más conocidos
de su tiempo, los
“indios”, trabajaban tanto que ya resistían más de su propio peso, y se
trataban a los “indios” como bestias de carga.
La sección historia, unidad documental del
A.N.A, cuenta con un extenso archivo llamado: Expediente Relativo al cumplimiento
de una Real Cedula sobre la Abolición de encomiendas de Indios en la Provincia
del Paraguay, en donde hoja a hoja podemos apreciar además del sello real de la
corona desde 1780 y poco hasta 1812-3..., y alcanzan el año de 1815!, ante el
incumplimiento de la misma, familiares y allegados de estos indígenas presentan
argumentos desde varios puntos del país, en ese entonces provincia pidiendo la
libertad de los mismos.
Irónicamente,
España fue el primer poder imperial en discutir y reconocer formalmente los
derechos de los indígenas cuando a inicios del siglo XVI prohibió la esclavitud
de los indígenas, salvo en casos extraordinarios, y después de 1542 prohibió la
práctica sin excepción alguna.
Entendamos que
no fue prohibida sino bendecida: antes de cada entrada militar, los capitanes
de conquista debían leer a los indios, ante escribano público, un extenso y retorico
Requerimiento que los exhortaba a
convertirse a la santa fe católica: Si no
lo hiciereis, o en ello dilación maliciosa pusiereis, certificados que con la
ayuda de Dios yo entraré poderosamente contra vosotros y vos haré guerra por
todas las partes y manera que yo pudiere, y os sujetaré al yugo y obediencia de
la iglesia y de Su Majestad y tomaré y tomaré vuestras mujeres e hijos y los
haré esclavos, y como tales los venderé y dispondré de ellos como su Majestad
mandare, y os tomaré vuestros bienes y os haré todos los males y daños que
pudieré…(5)
Esto demuestra
que tan persistente y extensa fue la esclavitud indígena que terminar
con ella resultó casi imposible. A diferencia de la esclavitud africana que se mantuvo vigente y fue
legal, apoyándose en prejuicios raciales, aquí entra en escena el Fraile
Bartolomé de las Casas, el cual propuso la solución alternativa de la que no
tardaría en arrepentirse, la utilización de esclavos Africanos ya que en su
concepto eran una casta inferior para cuya esclavitud no se
exigían especiales fundamentos éticos o jurídicos, debido a que no poseían
alma!, (esta aberración no admite rechazo en su tiempo, época)( tampoco podemos
considerarlo como estamos viendo el único responsable moral de la trata de
estos antepasados que eran seres humanos libres ya que no es condición natural
ser esclavos, ni mucho menos el iniciador por aconsejar al Rey, de un
pensamiento e ideología racista) Regulando algunas normas legítimas sobre
derechos acerca de la esclavitud indígena surgen algunas medidas de amparo y
protección que le otorgan emergencia a la mano de obra esclava africana. En
1518, la corona española, autorizó la venida de 4000 mil africanos a América como
mano de obra barata, el mismo fraile diría que fue «un alivio para los nativos
que estaban siendo dura e inhumanamente tratados» esto se traduce como que el
problema con los nativos era que se rehusaban a la opresión, los colonizadores no habían viajado a las
indias a trabajar, sino precisamente a todo lo contrario. Y los naturales,
acostumbrados a una economía de subsistencia, tampoco estaban por la labor. Los
europeos insistían en ponerlos a trabajar; ellos, que no, y menos a trabajar
sin descansar a pesar de las leyes de las Indias y a aceptar el cristianismo,
convirtiéndolos en infieles y perseguidos
enemigos. Sin embargo, esta prohibición categórica no detuvo a
generaciones de conquistadores y colonos ávidos de esclavizar a pobladores
nativos a escala planetaria los cuales fueron llamados de señores y por los africanos de amos. El hecho de que
esta otra esclavitud se realizara clandestinamente la hizo aún más artera. Los
dueños de los esclavos indígenas, intentando mantener su dominio sobre ellos,
se inventaron eufemismos e instituciones para prolongar esta práctica sin
violentar la ley ni la prohibición. Debido a que la esclavitud africana siempre la consideraron “legal”, sus víctimas se pueden rastrear
en los registros históricos: eran tazados a su entrada en los puertos y
aparecían en facturas de venta, testamentos y otros documentos. Ya que estos
esclavos tenían que traerse del otro lado del Atlántico, eran escrupulosamente
—incluso obsesivamente— contados a lo largo del trayecto. Pero como los
indígenas no tenían que cruzar el Atlántico no salen en bitácoras ni registros
portuarios. (6) En el caso específico de Paraguay existe mucha documentación al respecto: En
los primeros años de la conquista española era frecuente que los caciques
"principales" carios adoptaran el nombre de los capitanes españoles
en el momento de su bautismo a la fe cristiana. CUPIRATÍ, autoridad suprema de
los guaraníes de la región, "el prinçipal sobre todos los principales”;
pasó a llamarse Juan de Salazar Cupiratí, el nombre de su yerno el capitán Juan
de Salazar de Espinoza, fundador de la casa fuerte de Asunción. El cacique
CARACARÁ, en cuyos dominios se erigió la fortaleza, agregó a su nombre Pedro de
Mendoza, primer adelantado del Río de la Plata. Este cacique fue suegro de
Domingo Martínez de Irala, el célebre Capitán Vergara. (Testimonio de Pedro de
Estopiñán Cabeza de Vaca). El cacique MOQUIRACÉ de Tapua, más adelante suegro
del tesorero Garcí Venegas, recibió el nombre de Lorenzo Moquiracé. (Fulgencio
R. Moreno, 1926). Esta costumbre persistió por años. En tiempos recientes era
posible observar a peones indígenas pai tavytera exhibiendo documentos
personales en los que figuraban como propios el sobrenombre del patrón. La
adopción del nombre completo solía representar una prueba de afecto por parte
del siervo-esclavizado. El autor conoció a nativos originarios de las selvas
vecinas al Cerro Acangüé en las sierras de Amambay exhibiendo orondos sus
libretas electorales en las que figuraban como propios, nombres y apellidos de
los principales jerarcas políticos de la época. N. del A. (7) Son varias los pueblos, hoy
ciudades, que se fundaron bajo órdenes
de los gobernadores de turno para la defensa de sus supuestos
territorios. Se proponían españoles y sacerdotes: reunir sus fuerzas para esclavizar á
los indios; afirmaban que la religión cristiana era el camino por donde se
perdía la libertad… Subleváronse los indios establecidos en la parte superior
del río Paraguay..., El gobernador se dirigió á castigarlos llevando la tropa
necesaria; dió muerte á muchos y redujo más á la servidumbre, con los cuales
entró en la ciudad cual si acabase de alcanzar una victoria esclarecida. Como
llegase la temeridad de algunos ciudadanos á quererse apropiar los indios como
esclavos y esto sin rebozo alguno… (8)
Mucha es la documentación al respecto como mencionábamos,
nombres como Sebastián Gaboto, Antonio Ponce, el fundador de Buenos Aires Pedro de Mendoza, los adelantados
Alvar Núñez Cabeza de Vaca, Alejo García,
algunas personas eclesiásticas trocaban objetos y animales a cambio de indias,
las cuales en el Paraguay tenían un poder adquisitivo, como cualquier otra
clase de "moneda de la tierra". En una Carta de Obligación con fecha
de 25 de setiembre de 1547, referida a Pedro de Ovelar, éste pagó 800 pesos oro
a favor del Clérigo Martín Gonzalo por importe de una esclava india de nación
Crycoci, herrada en la cara, traída del puerto de los Reyes la esclava llamada
Comí, de treinta años más o menos . Referente a las indias esclavas en
Asunción, Martín González, quien asumió en sus escritos la defensa del indígena
escribió "que intentaban huir a sus tierras y traídas, las azotaban y
maltrataban otras, de verse fatigadas y con el deseo de sus hijos y maridos, y
visto que no podían ir a ellos, se ahorcaban".... se menciona "hay
cristianos que tienen ochenta e a cien indias". Esto implicaba desde el
punto de vista económico mano de obra gratuita para el colonizador. Domingo
Martínez de Irala aparece también como involucrado en la venta de indios del
Paraguay en dos ocasiones, a traficantes portugueses: "a cambio de hierro
y herramientas que a más de hacer las veces de la moneda entre otros
cristianos, sirven para contratar naturales" Por otro lado, el mismo
Domingo Martínez de Irala escribe al Consejo de Indias en 1555, e informa que
el gobernador de San Vicente permite que los indios carios(caribes-guerreros, o
sea guaraníes) salgan con algunos cristianos forajidos, los marquen con hierro
como señal de que son esclavos, para luego venderlos . Quizás Irala haya tomado
esta actitud con el fin de evitar las acusaciones que le imputaron en ese
entonces. Como todas las reales cédulas y provisiones fueron redactadas
conforme a las situaciones planteadas en las nuevas colonias españolas y ante
las reiteradas quejas de maltratos a indios, la Corona emitió una Real Cédula
con fecha de 27 de mayo de 1582 pregonada en Asunción en setiembre de 1591, a
través de un "pardo moreno", el contenido de sus párrafos decía: Los
indios, "son tratados como esclavos, se los venden y compran entre
encomenderos. Hay indios muertos a azotes y mujeres que mueren y revientan con
las pesadas cargas y a sus hijos le hacen servir"
"Fue también característico del proceso colonial
paraguayo el modo de unión de los "cristianos" con las mujeres de los
guaraní, lo que muy pronto ya en el siglo XVI daba lugar a justificaciones
ideológicas contrapuestas, se hablaba de "cuñadazgo", como si entre
los "cristianos" e indios se hubiera sistematizado una relación de
verdadero parentesco, pero también se denunciaba la "saca de mujeres"
las "rancheadas", el "trueque de mujeres", como si la mujer
guaraní y de otras etnias fueran tratadas
solamente como pieza esclava . Según datos en el caso de la trata indígena la
mujer y las criaturas sufrieron en mayor número, dando inicio a las formas
análogas de hoy en día y en relación a los africanos, los hombres fueron en
mayor número.
A pesar de que Innumerables fueron las protestas ante la
Corona a favor y en contra en 1680 estableció que "solo podían ser
sometidos a esclavitud. Los indios Caribes, Araucanos y Mindanaos rebeldes siempre
a la dominación española". En 1603, Hernandarias redacta un documento con
relación al gobierno y refiere al desorden y descuido de los encomenderos,
correspondiente a la doctrina, enseñanza y conservación de los naturales
encomendados, "... a cuya causa la mayor parte de ellos ha muerto,
consumido y acabado..."
Ante éstos sucesos llegó al Paraguay el Oidor Francisco
de Alfaro, quien haciendo énfasis a la libertad natural del indio redactó sus
ordenanzas: "Declaró que el servicio personal de los indios "ha sido
y es injusto contra todo derecho". Prescribía que no pueden ser dados, ni
vendidos como esclavos, y el que así lo hiciere seria condenado"… Muchas
fueron las quejas con respecto a las ordenanzas de Alfaro. De la ciudad de
Asunción, enviaron sus protestas ante el Rey en 1612, por ejemplo, el cabildo
de Villarrica se " dirigió, al gobernador del Río de la Plata, a través de
Diego Marín de Negrón, haciéndole presente la imposibilidad de cumplir la
ordenanza"
"Durante el siglo XVIII, En 1718 El gobernador
Agustín Fernando de Pinedo recibe una Real Cédula, y le solicitan informar al
rey si conviene incorporar todas las encomiendas de la Provincia dando la
corona a los encomenderos el equivalente por las cajas reales" .Una vez en
los pueblos, el gobernador percibe sobre la situación general, y luego de tres
años informa. El documento dice textualmente: "Los llamados originarios no
tienen agregación o pueblo alguno, ni tierras, bienes temporales, ni espirituales...
realmente son unos esclavos a títulos de encomendados.... en la práctica
servían a los encomenderos como esclavos desde que nacen hasta que mueren,
están obligados los varones a trabajar dos meses de cada año, desde los diez y
ocho años, hasta los cincuenta de edad, no teniendo éstos miserables como no
tienen casa propia en que vivir, ni tierras que labrar con que sustentarse, se
ven obligados a estar sujetos siempre a los encomenderos ..... la pesada
esclavitud en que tienen los encomenderos a los indios reducidos y civilizados,
y por no verse en igual opresión y miseria se mantienen obstinados en su
idolatría, es artificio y engaño para oprimirlos y tenerlos por esclavos como
los demás". La esclavitud indígena fue practicada de hecho, aunque no permitida
legalmente. Los abusos que se cometieron contra ellos, se encubrían con los
servicios personales tolerados por la ley, pues desde un primer momento los
indios eran considerados como "vasallos libres de la Corona".(9) Esta
situación lleva a pensar algo terriblemente inhumano pero lógico para la época
colonizadora; el guaya-tapii(esclavo indígena) era jurídicamente libre, a
diferencia del africano… les salía gratis, es decir, una persona recibía una
encomienda de indígenas y los mandaba a trabajar a los yerbales. Por estos
indígenas no había invertido más que una mínima suma al recibir la encomienda.
Si se moría uno, su inversión no se vería afectada. En cambio un esclavo
costaba caro, y su muerte significaba una pérdida. Aunque esta distinción
era poco vivida por los indígenas. (10)
Según corrientes indigenistas hacen suponer en el
presente que en América existían unos 80 millones de habitantes antes de la
invasión en 1492. De esta
cantidad, las tres cuartas partes (unos 65 millones), corresponderían al
territorio que luego fue Hispanoamérica. Sus grandes centros poblacionales eran
el Imperio Inca, con cerca de 30 millones, y los Mexica con unos 20.
Se cree que al año 1.700, siglo y medio después, este total se había reducido de manera
dramática a cinco millones; lo que representa la desaparición
de 60 millones de indígenas "masacrados" mal llamados evangelizados! por el imperio español, unos 400 mil
cada año.
El Decreto de 1848 es un triste hito de la vida independiente del Paraguay. No les dio ni libertad ni ciudadanía completa a los pueblos indígenas a pesar de lo que dice con sus hermosas palabras. Por el contrario es el anuncio y principio de lo que serán las políticas de Estado con los Pueblos indígenas desde entonces hasta ahora, que han sido de sistemática usurpación de sus territorios y bienes, discriminación social y negación de sus culturas.
Cuando el Paraguay llevaba apenas unos pocos años de independencia y cuando la nación había pasado ya por un período de terrible dictadura proclamada por el Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia, el presidente Carlos Antonio López declaraba en 1848 “ciudadanos libres a los Indios naturales de toda la República”. Los considerandos en que se basaba ese decreto son una manera de encubrir su verdadera intención. En parte era verdad que el “régimen de conquista”, es decir, el periodo colonial hasta 1811, fue un tiempo de engaños, de humillación, de abatimiento, de abusos de todo género y de privaciones, atribuidos al pupilaje bajo el cual habían sido tenidos los indios naturales, especialmente los guaraníes. Ahora, en 1848 el Decreto pretendía instaurar un tiempo nuevo de libertad; esto era laudable. El modo de llevarlo a cabo, sin embargo, tuvo efectos del todo contrarios.
Hay que tener presente que los pueblos de indios a los que se refiere el Decreto son las 21 comunidades en las que estaba todavía la mayor parte de la población paraguaya. Eran los pueblos antiguos de Guaraníes que fueron fundados a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII. Estos 21 pueblos eran Ypane, Guarambaré, Ita, Yaguarón, Atyrá, Altos, Tobatí, Itapé, Caazapá, Yuty, Belén, San Estanislao, San Joaquín, Santa María, Santa Rosa, San Ignacio, Santiago, San Cosme, Trinidad, Jesús y el Carmen –antigua comunidad de Encarnación o Itapúa–. Diez de ellos habían sido fundados por los conquistadores o por los franciscanos, los otros once eran de creación jesuítica, pero los padres jesuitas habían sido expulsados ya en 1768, y entonces se habían producido cambios notables en su gobierno y organización.
De este modo, esas comunidades presentaban características bastante diferentes, pero eran puestos al mismo nivel por el presidente López, como pueblos“que demasiado tiempo han sido engañados con la promesa fantástica de lo que llamaban sistema de libertad de los Pueblos”. Esta libertad y ciudadanía se haría efectiva, decía don Carlos Antonio López, haciendo desparecer la comunidad y los instrumentos de su gobierno como eran los Cabildos, los Justicias, los Corregidores y Administradores.
Lo curioso es que en los artículos mismos del Decreto apenas sale ya la palabra libertad, tan proclamada al principio. La preocupación es más bien determinar y definir otras normas y nuevas instancias de gobierno. Así entran en vigor las Comisiones que de hecho eran elementos de fuera para controlar la comunidad.
El artículo 21 puede ser tomado como centro y eje de todo el Decreto: “Se declaran propiedades del Estado los bienes, derechos y acciones de los mencionados veinte y un pueblos de naturales de la República”. Este artículo, sí, será aplicado inmediatamente.
Así el presidente Carlos Antonio López a través de este tristemente famoso Decreto del 7-X-1848 suprimió la institución del táva comunal, declarando extinta la “comunidad”, lo que permitía al Estado apropiarse y disponer de las tierras de “los 21 pueblos de indios”, a quienes se concedía -por irónico trueque- la ciudadanía. La asimilación de todos los habitantes del Paraguay en una única ciudadanía, negaba por vía de derecho positivo la realidad pluriétnica del Paraguay. Despojados de sus tierras, los indígenas se vieron también excluidos de la posibilidad de elegir y ser elegidos, ya que sólo podía ejercer este derecho quien poseyera algún inmueble en propiedad. La negación tanto de la identidad étnica, como de la posibilidad de organizarse socialmente atendiendo a un sistema propio sería en el futuro un presupuesto político por el que se guiarán y pondrán en práctica los distintos gobiernos. Esta será también una actitud constante de la sociedad dominante frente a los pueblos indígenas.
El francés Martín de Moussy en 1856, al hacer memoria de su visita al Paraguay, lanza contra López un duro juicio: “Es preciso no ocultarlo: el Paraguay de hoy es una inmensa Misión, cuyos mayordomos son el Sr. López y sus hijos, con la diferencia que los socios no están ni mantenidos ni vestidos, ni tienen sobre todo parte alguna en el beneficio general. Se comprende que el mecanismo de semejante administración es simple y poco costoso. Así es que el Paraguay ofrece ahora el espectáculo de un gobierno fabulosamente rico mientras que la Nación no tiene nada que comer”.(11)
El Decreto de 1848 es un triste hito de la vida independiente del Paraguay. No les dio ni libertad ni ciudadanía completa a los pueblos indígenas a pesar de lo que dice con sus hermosas palabras. Por el contrario es el anuncio y principio de lo que serán las políticas de Estado con los Pueblos indígenas desde entonces hasta ahora, que han sido de sistemática usurpación de sus territorios y bienes, discriminación social y negación de sus culturas.
Cuando el Paraguay llevaba apenas unos pocos años de independencia y cuando la nación había pasado ya por un período de terrible dictadura proclamada por el Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia, el presidente Carlos Antonio López declaraba en 1848 “ciudadanos libres a los Indios naturales de toda la República”. Los considerandos en que se basaba ese decreto son una manera de encubrir su verdadera intención. En parte era verdad que el “régimen de conquista”, es decir, el periodo colonial hasta 1811, fue un tiempo de engaños, de humillación, de abatimiento, de abusos de todo género y de privaciones, atribuidos al pupilaje bajo el cual habían sido tenidos los indios naturales, especialmente los guaraníes. Ahora, en 1848 el Decreto pretendía instaurar un tiempo nuevo de libertad; esto era laudable. El modo de llevarlo a cabo, sin embargo, tuvo efectos del todo contrarios.
Hay que tener presente que los pueblos de indios a los que se refiere el Decreto son las 21 comunidades en las que estaba todavía la mayor parte de la población paraguaya. Eran los pueblos antiguos de Guaraníes que fueron fundados a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII. Estos 21 pueblos eran Ypane, Guarambaré, Ita, Yaguarón, Atyrá, Altos, Tobatí, Itapé, Caazapá, Yuty, Belén, San Estanislao, San Joaquín, Santa María, Santa Rosa, San Ignacio, Santiago, San Cosme, Trinidad, Jesús y el Carmen –antigua comunidad de Encarnación o Itapúa–. Diez de ellos habían sido fundados por los conquistadores o por los franciscanos, los otros once eran de creación jesuítica, pero los padres jesuitas habían sido expulsados ya en 1768, y entonces se habían producido cambios notables en su gobierno y organización.
De este modo, esas comunidades presentaban características bastante diferentes, pero eran puestos al mismo nivel por el presidente López, como pueblos“que demasiado tiempo han sido engañados con la promesa fantástica de lo que llamaban sistema de libertad de los Pueblos”. Esta libertad y ciudadanía se haría efectiva, decía don Carlos Antonio López, haciendo desparecer la comunidad y los instrumentos de su gobierno como eran los Cabildos, los Justicias, los Corregidores y Administradores.
Lo curioso es que en los artículos mismos del Decreto apenas sale ya la palabra libertad, tan proclamada al principio. La preocupación es más bien determinar y definir otras normas y nuevas instancias de gobierno. Así entran en vigor las Comisiones que de hecho eran elementos de fuera para controlar la comunidad.
El artículo 21 puede ser tomado como centro y eje de todo el Decreto: “Se declaran propiedades del Estado los bienes, derechos y acciones de los mencionados veinte y un pueblos de naturales de la República”. Este artículo, sí, será aplicado inmediatamente.
Así el presidente Carlos Antonio López a través de este tristemente famoso Decreto del 7-X-1848 suprimió la institución del táva comunal, declarando extinta la “comunidad”, lo que permitía al Estado apropiarse y disponer de las tierras de “los 21 pueblos de indios”, a quienes se concedía -por irónico trueque- la ciudadanía. La asimilación de todos los habitantes del Paraguay en una única ciudadanía, negaba por vía de derecho positivo la realidad pluriétnica del Paraguay. Despojados de sus tierras, los indígenas se vieron también excluidos de la posibilidad de elegir y ser elegidos, ya que sólo podía ejercer este derecho quien poseyera algún inmueble en propiedad. La negación tanto de la identidad étnica, como de la posibilidad de organizarse socialmente atendiendo a un sistema propio sería en el futuro un presupuesto político por el que se guiarán y pondrán en práctica los distintos gobiernos. Esta será también una actitud constante de la sociedad dominante frente a los pueblos indígenas.
El francés Martín de Moussy en 1856, al hacer memoria de su visita al Paraguay, lanza contra López un duro juicio: “Es preciso no ocultarlo: el Paraguay de hoy es una inmensa Misión, cuyos mayordomos son el Sr. López y sus hijos, con la diferencia que los socios no están ni mantenidos ni vestidos, ni tienen sobre todo parte alguna en el beneficio general. Se comprende que el mecanismo de semejante administración es simple y poco costoso. Así es que el Paraguay ofrece ahora el espectáculo de un gobierno fabulosamente rico mientras que la Nación no tiene nada que comer”.(11)
"Al principio, el saqueo y el otrocidio fueron
ejecutados en nombre del Dios de los cielos. Ahora se cumplen en nombre del
dios del Progreso. Sin embargo, en esa identidad prohibida y despreciada
fulguran todavía algunas claves de otra América posible. América, ciega de
racismo, no las ve. " De esta forma el periodista y escritor Eduardo
Galeano, autor de Las venas abiertas
de América Latina, utiliza la palabra otrocidio como equivalente de genocidio,
afirmando que los indígenas americanos fueron objeto de genocidio en nombre de
la religión, lo que es equiparado con el genocidio que sufren actualmente
debidos al progreso. En otro trabajo llamado Espejos blancos para caras Negras
narra: A principios del siglo XVI, en los primeros años de la conquista
europea, el racismo se impuso en las islas del mar Caribe. Coartada y
salvoconducto de la aventura colonial, el desprecio racista se realizaba
plenamente cuando se convertía en el autodesprecio de los despreciados. Muchos
indígenas se rebelaron y
muchos se suicidaron, por negarse al trabajo esclavo, ahorcándose o bebiendo
veneno: pero otros se resignaron a otra forma de suicidio, el suicidio del
alma, y aceptaron mirarse a sí mismos con los ojos del amo.
.«Parece
negro», o «parece indio», son insultos frecuentes en América Latina; y «parece
blanco» es un frecuente homenaje. La mezcla con sangre negra o india «atrasa la
raza»; la mezcla con sangre blanca «mejora la especie. La llamada democracia
racial se reduce, en los hechos, a una pirámide social: la cúspide es
blanca, o se cree blanca: y la base tiene color oscuro.
(1) Mitochondrial DNA and
Human Evolution,(ADN mitocondrial y evolución humana) by Rebecca Louise Cann,
Mark Stoneking, and Allan Charles Wilson (1987)
(2) Mark Stoneking
(3) Alfredo Boccia, Esclavitud en el Paraguay
(4) Dum Diversas wikipedia
(5) Daniel Vidart, Ideología y realidad de América
(6) Andrés Reséndez, La otra esclavitud
(7) Alfredo Boccia, Nacimiento, Vida y Muerte del Esclavo en el Paraguay
(8) Nicolás del Techo, Historia de la provincia del Paraguay de la
Compañia de Jesús
(9) Ana María Arguello, El Rol de los Esclavos negros en la historia del
Paraguay
(10) Ignacio Telesca, Reportaje ABC color
(11) Cultura.gov, Bartomeu Melià, s.j., Decreto 7 octubre 1848
AFROPAR, 2 de
octubre del 2019.
El 2 de octubre de 1869 se decreta la total abolición de
la esclavitud; del proceso para llegar a esta fecha hablaremos en el capítulo 2 del presente material conmemorativo.
La Constitución
Nacional de 1870|Léi Guasu 1870-pe guare
25 de noviembre de 1870
Artículo 25. En
la República del Paraguay no hay esclavos, si alguno existe queda libre desde
la jura de esta constitución, y una ley especial velará las indemnizaciones a
que diere lugar esta declaración. Los esclavos, de que cualquier modo se
introduzcan, queda libre por el solo hecho de pisar el territorio paraguayo.
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